Otro capítulo tranquilazo y con poco menos que aportar para que esta saga siga avanzando, así fue el 52 de DBS…
Mientras Bulma y su padre siguen trabajando en la maquina del tiempo con su nuevo equipo de asistentes, Trunks niño intenta llamar la atención de Mai quien está más preocupada en conseguir la aprobación de Trunks del Futuro quien intenta descansar un poco del ajetreado día acaba de tener.
Mientras Vegeta entrena, y Gokú no se quiere quedar de brazos cruzados, Trunks busca oficio también y siente curiosidad por visitar a Gohan, aunque Pikoro y Krillin advierten que este no es el mismo que recuerda de la batalla contra Cell.
Y en efecto, Gohan como bien sabemos es un hombre de familia lo que no deja de sorprender a Trunks quien se siente totalmente desubicado ante la persona que tiene al frente quien en otros tiempo fue su maestro.
Sin embargo el choque entre lo que esperaba ver a con quien se encontró fue un tanto duro, aún así de esto scó algo positivo, el deseo de tener un futuro, o algo similar en su vida.
Al regresar a casa Trunks se encuenrtra conque Gokú ha partido, junto a Wiss y Bills se dirige al Universo 10 en donde buscarán conocer la identidad de Black Gokú.
Sobre el capítulo…
Como en el anterior, aquí tampoco hay mucho para contar, por un lado está la confirmación de aquella sustancia en la que trabajaba Bulma cuando Monaka la visitó como lo mismo que usan de combustible en la maquina del tiempo.
Para rellenar un poco nos volvieron a presentar los acontecimientos del futuro de Trunks, esta vez bajo el pretexto de contar un poco la historia a Krillin y Pikoro.
Por cierto, comprendo que Gohan ha bajado mucho su poder por la falta de entrenamiento, pero el cambio ha sido tan drástico que para ubicarlo Trunks necesita un mapa, y aunque lo tenga cerca dude si se trata de su viejo compañero de batallas?¿?¿ no me convence eso..
Bueno, por los momentos es todo, ha sido una larga semana sin Dragonball, ojalá el próximo sea mucho más interesante.